martes, 28 de abril de 2009

En tiempos de influenza...


Parece que hoy quité los ojos del aparador, terminé con el dilema de ¿qué ponerme hoy? y el gay que me peina cancelo mi cita (sin quitar el hecho de que ya la había olvidado). Hoy mi mente se liberó de toda cotidianidad y se centró en recordarme que soy un ser finito. Aquellos que me vendían bloqueadores, fajas y CornFlakes ahora me venden miedo, me recuerdan mi eventual muerte y predicen que se puede adelantar si no consumo nuevamente un festín de porquerías, que no me prometen eficacia; sin embargo estoy pagando por tapar esos vacíos con estupideces. Se trata de reducir mi miedos con toallitas detergentes.

Hoy no tuve con quien estar, todos temen igual que yo; nos proyectamos con "los muertos de la tele" que no hacen mas que recordarnos que un día ya no estaremos vivos para seguir comprando cloro del que no malgasta la ropa, pero sí mata los gérmenes y quita las manchas.

Pocos vivos de boca azul; colores hippies, floresitas, bigotes o "delo que uste guste güerita" ; fue lo que vi en las fúnebres calles de mi ciudad. Apenas hace unos días deseaba salir y no tener que ver gente y menos hacer contacto con esta, hoy me encuentro irónicamente devastada extrañando extraños y silenciosamente aturdida por la falta de contacto humano.

Desalentada decidí no salir más, esto que cualquier otro día se consideraría paz equivale a caos.
Ya no hay refugio, ya todos somos parte, y según el radio en una de esas hasta infectados ya estamos.

Destaparé el tequila, prenderé mi mac, tiraré mis cigarros y me dedicaré a facebookear, si la muerte me alcanza al menos que sea en mi hogar.